jueves, 27 de enero de 2011

Estamos cada vez peor


Yo soy menor, y soy también un muchacho que creció en un barrio como muchos otros, no tanto, ya que vivo cerca de lo que se conoce como “zona roja”.
Más allá de eso, nunca había tenido escenas donde los robos, que es lo más común, aparecieran.
Solo cada determinado tiempo, hoy, ya es cosa de todos los días.
Esto como supondrán me pone algo nervioso pero más que nada me pone triste, porque en gran parte, esa gente no es culpable de lo que está haciendo.
Nuevamente, no me mal interpreten, son culpables por el hecho de que lo hicieron, pero la culpabilidad puede pasar por varios lados. Habría que mirar cual es la historia de esa gente, y que hizo las sociedad para ayudarlos y que hizo para hundirlos; o que no hizo
Una persona un día me enseño, que no existe la igualdad de oportunidades, ¿me van a decir que una persona que sube a un ómnibus a cantar para llevar dinero a los padres tiene las mismas posibilidades que una persona que no?
Obvio que no, pero se puede lograr que los extremos estén un poco más cerca, pero no sacándole al que tiene, sino dándole al que no, ósea, igualar para arriba
Pero ustedes me dirán ¿de dónde sacamos entonces?
Y yo les diré, ¿quién hablo de dinero?
Hay que crear si, obras que separen por ejemplo el I.N.A.U de los institutos para menores infractores, pero eso es trabajo del estado. Pero lo demás es solamente trabajo y amor, como dijo el célebre escritor y padre del psicoanálisis Sigmund Freud.
Hay que inculcar cultura de trabajo en esos niños, ya que los adultos es mucho más difícil cambiarlos, pero es posible.
Sin embargo nos estamos preocupando por dejarles un legajo para poder juzgarlos cuando sean mayores
Cita diario El País Digital
“El senador nacionalista Jorge Larrañaga le pidió el lunes al presidente José Mujica que se esfuerce por convencer a los legisladores del gobierno para que acepten conservar los antecedentes de los menores cuando la Justicia los juzgue después como mayores.”
Damos por sentado que se los va a volver a juzgar, y es verdad, hay un alto nivel de reincidencia en los menores según las últimas estadísticas, pero hay que pensar en positivo y atacar el problema de forma positiva y no metiéndolos a la cárcel, donde lo único que se logra hoy en día es hacerles daño.
No nos olvidemos que el hecho de ira a prisión no hace perder el resto de los derechos, solo se pierde la libertad.
Hay que pensar en dar trabajo  y cultura de este a la gente que no tiene las mismas posibilidades que nosotros y amor para poder ayudarlos.
Nuevamente, lo dejo a su criterio
Se valoraran comentarios, porque así podremos construir un mundo mejor.

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